Relatos sobre el origen del hombre.
1) Relato del Génesis
1. Capítulo 1 y 2.
Este es el primer
relato de la Biblia, es un poema. Fue escrito en el año 550 a.C.
“Al principio creó
Dios el cielo y la Tierra. La tierra esa una soledad caótica y las tinieblas
cubrían el abismo, mientras el espíritu de Dios aleteaba sobre las aguas. Y
dijo Dios: que exista la luz. Y la luz existió. (...) A la luz llamó el día y a
las tinieblas noche. Pasó una tarde, pasó una mañana: el día primero. (...)
Y dijo Dios:
rebosen las aguas de seres vivos... Y creó Dios por especies los cetáceos y
todos los seres vivos que se deslizan y pululan en las aguas; y creó también
las aves por especies. (...)
Entonces dijo
Dios: hagamos a los hombres a nuestra imagen, según nuestra semejanza, para que
dominen sobre los peces del mar, las aves del cielo, los ganados, las bestias
salvajes y los reptiles de la tierra. (....).
Cuando llegó el
día séptimo Dios había terminado su obra, descansó el día séptimo de todo lo
que había hecho”.
2) Este relato es del Popol Vuh, libro del pueblo maya, escrito en
jeroglíficos y considerado sagrado. Terminaron de redactarlo alrededor de 1544.
Después de la llegada de los españoles a América fue traducido y escrito en
castellano en 1688.
“No había aún ni un hombre, ni un animal, ni aves, ni peces, ni
cangrejos, árboles, piedras, cavernas, hierbas, ni bosques; sólo existía el
cielo… No había nada… ninguna cosa se movía… Solamente había inmovilidad y
silencio en la oscuridad de la noche. Solamente el Creador, el Formador…
Después hizo los animales pequeños del monte, los guardianes de todos
los bosques, los ciervos, las aves, leones, tigres, serpientes, culebras,
víboras… Inmediatamente asignaron a los ciervos y a las aves a sus respectivas
moradas (…)
De la tierra, de barro hicieron la carne del hombre. Pero vieron que no
estaba bien porque se deshacía. Era blanda, no tenía movimiento y dijeron el Creador
y el Formador: Está claro que no puede andar ni multiplicarse. ¿Cómo haremos
para perfeccionar nuestra obra? Y al instante fueron hechos los muñecos de
madera. Se parecían al hombre, hablaban como el hombre y poblaron la superficie
de la tierra. Tuvieron hijos los hombres de la madera, pero no tenían alma ni
entendimiento, no se acordaban de su creador, de su formador; caminaban sin
dirección y marchaban a gatas. No tenían sangre, ni sustancia, ni humedad.
Enseguida fueron aniquilados y desechos y recibieron la muerte. Entonces los
Formadores, los Procreadores discutieron, meditaron… encontraron lo que debía
entrar en la carne del hombre; de maíz amarillo y de maíz blanco se hizo su
carne (…) Únicamente masa de maíz entró en la carne de nuestros padres”.
ADAPTADO DE POPOL VUHL, “LAS
ANTIGUAS HISTORIAS DE QUICHÉ”, pp. 23-104
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